De la comunidad de Pahayd, región de Haxiu, el pequeño fue rescatado este sábado y llevado a Surucucu, donde fue estabilizado durante toda la noche, pero este domingo falleció.
«El equipo hizo de todo, pero la lluvia y el tiempo no permitieron que el helicóptero llegara a tiempo para llevarlo a Boa Vista», dijo el líder aborigen Júnior Hekurari Yanomami.
El portal G1 asegura que Surucucu es considerada una región de referencia para atenciones de salud en la Tierra Yanomami.
Allí, hay una unidad básica médica con estructura precaria. La enfermería, donde son internados los nativos, se resume a un cobertizo de madera de suelo batido.
Pero, es en este espacio que los profesionales actúan para atender y salvar la vida de niños y adultos con enfermedades causadas por la minería ilegal.
El mayor territorio indígena de Brasil, la Tierra Yanomami enfrenta una de las peores crisis sanitarias de la historia en tres décadas de demarcación.
Por el avance de la minería ilegal en la región, infantes y adultos enfrentan casos severos de desnutrición y malaria. La invasión de la minería depredadora, además de impactar en el aumento de enfermedades en el territorio, causa violencia, conflictos armados y devasta el medio ambiente.
Según G1, enfermos, los adultos no pueden buscar comida para la familia o cultivar cultivos en la tierra destruida, lo cual impacta en la dieta de los niños, los más frágiles.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva estuvo en enero Roraima para acompañar la crisis sanitaria de los Yanomami (unos 30 mil residentes). En la ocasión, prometió poner fin a la minería ilegal y calificó la situación de los indígenas enfermos como inhumana.
La región está en emergencia sanitaria desde el 20 de enero e inicialmente por 90 días, conforme decisión del gobierno. Agencias federales ayudan en la atención a las aldeas originarias.
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