De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el vicecanciller Xie Feng recalcó esta postura al presentar una protesta formal ante la embajada de Washington aquí tras la voladura del aparato el sábado anterior.
“Los hechos son claros y no pueden ser distorsionados. Sin embargo, la parte estadounidense hizo oídos sordos e insistió en usar la fuerza excesiva contra un dispositivo civil que estaba a punto de abandonar su espacio aéreo”, enfatizó.
El diplomático consideró la decisión norteamericana una sobrerreacción y una grave violación a las leyes y prácticas internacionales.
También se refirió a su impacto negativo en los esfuerzos por estabilizar las relaciones entre Beijing y Washington luego de la primera reunión cara a cara de los presidentes Xi Jinping y Joe Biden el año pasado en Biden, Indonesia.
“China se opone y protesta a esto, urge al lado estadounidense a abstenerse de proceder con otras acciones perjudiciales para los intereses chinos y que exacerben o incrementen las tensiones”, indicó.
Xie agregó que el gobierno de China sigue pendiente del desarrollo de la situación y se reserva el derecho de tomar las medidas necesarias para defender su dignidad y los intereses de las empresas domésticas.
El encuentro del viceministro con la embajada de Estados Unidos fue el último de los acontecimientos relacionados con la presencia del globo chino en los cielos del país norteño.
El sábado aviones estadounidenses de combate derribaron el dispositivo por estimar que realizaba actividades de espionaje, aunque antes las autoridades locales reconocieron que nunca puso en peligro al territorio nacional.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, expresó en un comunicado que el presidente Joe Biden dio su autorización para acometer la acción en un lugar que no representara riesgos y para ello se cerró el espacio aéreo y emitió una parada en tierra en tres aeropuertos de Carolina del Norte y Carolina del Sur.
La entrada accidental del dirigible chino a Estados Unidos creó un nuevo foco de tensión bilateral, pues el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, canceló el viernes un viaje a Beijing, planificado después del encuentro de Biden y Xi en Bali.
No obstante, el gigante asiático desde un principio apostó por la calma, la comunicación y en permanecer enfocados en el tema para evitar malentendidos y manejar las diferencias de forma apropiada frente a situaciones inesperadas.
Aparte de lamentar el incidente, sus autoridades ratificaron más de una vez que China no tiene intención de violar el territorio ni el espacio aéreo de ningún Estado soberano.
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