De acuerdo con un comunicado del ente emisor en los próximos meses se requerirán otras alzas en los tipos para garantizar el retorno de la inflación al objetivo, aunque pronosticó que solo volvería a la parte superior de su rango del 2,0-3,0 por ciento a mediados de 2025.
El gobernador del Banco de la Reserva de Australia (RBA, por sus siglas en inglés) Philip Lowe, aseguró que una inflación alta dificulta la vida de la gente y perjudica el funcionamiento de la economía, lo cual sería muy costoso reducir en caso de afianzarse en las expectativas de la gente.
Lowe subrayó que la inflación subyacente es más alta del 6,5 por ciento previsto, y significó que el indicador medio recortado avanzó al 6,9 por ciento en el trimestre anterior.
Aunque las últimas previsiones del Banco pronostican que la inflación descenderá al 4,75 por ciento en 2023 y sólo se ralentizará hasta el 3,0 a mediados de 2025.
La decisión del banco australiano de incrementar las tasas de interés sumarán presión a los préstamos hipotecarios ubicados en el en torno de los 1,3 billones de dólares.
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