Los elevados precios del combustible, el gas y otros bienes importados en el mercado internacional y la depreciación del kip, la moneda nacional, frente al dólar estadounidense y el baht tailandés fueron los principales factores que impulsaron la espiral inflacionaria, indicó la fuente.
El índice de precios al consumidor en esta nación del sudeste asiático se disparó inesperadamente desde principios de 2022, alcanzado un 12,81 por ciento en mayo antes de duplicarse y escalar al 25,62 en julio, para llegar a 39,27 puntos porcentuales en diciembre.
En general, puntualizó la agencia lao de noticias KPL al dar a conocer la información, la inflación promedio en 2022 fue de hasta un 23 por ciento, un fuerte aumento desde el 3,8% en el año anterior.
Para responder la presión inflacionaria el gobierno de Laos emitió varias disposiciones encaminadas a controlar la devaluación de su moneda, incluidas el aumento de las tasas de interés y el uso de reservas de divisas para importar productos básicos, así como un control estricto de la tasa de cambio.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas, la tasa de inflación del país se mantendrá en niveles de dos dígitos en el primer y segundo trimestre de 2023, pero las medidas gubernamentales para controlar los precios de los productos y servicios pudieran generar resultados positivos y frenar su aumento en el final del año.
El gobierno de Laos fijó como metas para 2023 alcanzar una tasa de crecimiento económico de al menos un 4,5 por ciento y reducir la inflación a nueve puntos porcentuales.
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