Primero el diario L’Equipe y después la cadena RMC Sport, reportaron que el campeón mundial de Qatar-2022 sufrió la víspera una lesión de músculos isquiotibiales en el partido de octavos de final de la Copa de Francia de fútbol, en el cual los rojiazules fueron eliminados 1-2 por el Olympique de Marseille.
Por lo pronto, el delantero de 35 años no estará en la convocatoria para enfrentar al Mónaco el sábado en la jornada 23 de la Ligue1.
Peor aún, Leo pudiera no estar el 14 de febrero en el duelo de ida de los octavos de la Liga de Campeones ante el poderoso Bayern de Múnich, encuentro en el que es casi segura la ausencia de Mbappé, quien quedó fuera por unas tres semanas el 1 de febrero, también por problemas de isquiotibiales, en el choque contra Montpellier en el torneo local.
Si a las lesiones de las dos superestrellas de Qatar añadimos la inestabilidad mostrada recientemente por la otra punta del estelar tridente, el brasileño Neymar, la palabra crisis encaja como anillo al dedo para la actual situación del PSG, que debe quitarle el sueño a su cúpula y en particular al entrenador Christophe Galtier.
En la primera parte de la temporada 2022-2023, el club parisino transitó invicto en todas las competiciones, guiado por una brillante campaña de sus tres figuras, que se cansaron de hacer goles y asistencias, pero todo cambió para mal tras el regreso del mundial.
Desde la reanudación de los partidos oficiales, a finales de diciembre, rara vez el tridente ha estado junto en la cancha, y para colmo de males llegó la lesión de Mbappé, y ahora la de Messi, que tiene en vilo a la Ciudad de la Luz y a los seguidores de su equipo insignia.
Este año, el PSG ha salido a la cancha nueve veces en la Ligue1 y la Copa de Francia, con un saldo discreto -dado su favoritismo- de cinco victorias, tres derrotas y un empate, transformación que nadie debería cuestionar si se atribuye a algún maleficio.
Entre las ausencias y la falta de puntería, en ese período Mbappé marco cinco goles (todos en un partido de Copa de Francia), Messi tres y Neymar dos.
Pero no es el pasado el que preocupa, sino el duelo de ida ante el Bayern, en el que todo indica a un Ney en el papel de héroe obligado, con el aporte defensivo de los veteranos centrales Marquinhos y Sergio Ramos y del arquero Gianluigi Donnarumma, para evitar un desastre en casa, el Parque de los Príncipes.
La expectativa reina en torno a la salud de Messi y el tiempo que estará fuera, así como por la recuperación de Kylian, mientras aquí en París cruzan los dedos y averiguan como espantar los eventuales demonios.
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