Veinticuatro muertos, dos mil heridos, mil 180 viviendas destruidas y cinco mil damnificados era hasta el cierre de esta edición el saldo de los siniestros en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, así como en Maule, Los Lagos y Los Ríos.
A esto hay que añadir el daño en la fauna y la flora, la destrucción de escuelas, centros de salud y estaciones de telecomunicaciones.
Países como Argentina, México, España y Colombia enviaron brigadistas y aviones para ayudar a más de cinco mil bomberos chilenos a combatir las llamas.
En entrevista concedida a Orbe, el secretario ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Rodrigo Andrade, se refirió a las causas del incremento de los incendios en el país.
“Efectivamente Chile viene enfrentando este tipo de fenómenos más recurrentes y devastadores debido a la sequía que afecta al territorio desde hace unos 14 o 15 años”, afirmó.
Adicionalmente –dijo- producto de la pandemia de la Covid-19 muchas personas se fueron a vivir a lugares donde antes no había población, una tendencia a la ruralización que complica el problema de manera significativa.
Sobre las consecuencias de estos desastres, explicó que lo más grave es la pérdida de vidas humanas, de fauna y flora, a lo cual se suman los daños materiales en infraestructuras, con una gran repercusión en países en vías de desarrollo.
Pero también hay complejidades de largo alcance, como la pérdida de masa forestal que captura el CO2 (Dióxido de Carbono), un gas de efecto invernadero, lo que compromete el Acuerdo de París sobre la reducción del calentamiento global.
Andrade aseguró que más del 97 por ciento de los incendios forestales tienen relación con alguna actividad del ser humano sobre la naturaleza, ya sea por negligencia, manipulación de fuentes de calor o prácticas agrícolas.
Interrogado sobre las medidas para evitar estos desastres, el directivo de la Conaf considera que lo primero es la prevención del riesgo, a través de trabajo comunitario, la educación ambiental y disposiciones orientadas a modificar la conducta de la población.
Todos los países se tienen que preparar para enfrentar los desafíos que el cambio climático nos está exigiendo y debemos trabajar de conjunto para comprender mejor estos fenómenos, intentar adelantarnos a ellos o bien reducir su impacto, afirmó.
(Tomado de Orbe)
