El parlamentario acentúo la decisión de nombrar a un mandatario para todos los libaneses, digno en sus aspiraciones y a favor de la unidad, sin obedecer las órdenes de nadie.
Sobre este tema, el diputado manifestó no rechazar la ayuda externa, sin embargo, recalcó que la elección presidencial en Líbano constituye un asunto nacional interno, lejos de reuniones regionales e internacionales.
El representante respaldó la apertura al diálogo dentro del respeto mutuo, la preservación de la soberanía y la defensa de los intereses comunes, como la vía correcta para superar la crisis y permanecer con dignidad frente a los desafíos.
Raad enfatizó la necesidad de poner fin a la interferencia de embajadas y gobiernos en los asuntos locales y avanzar hacia el entendimiento para garantizar la paz y la estabilidad de la nación.
En este contexto, el titular del Parlamento, Nabih Berri, continúo sus consultas sobre las elecciones presidenciales y en los últimos dos días sostuvo reuniones fuera de los medios con varios diputados y miembros de bloques para complementar los esfuerzos y poner fin a la vacancia constitucional, divulgó el rotativo Al Diyar.
Según la publicación, Berri no tiene la intención de convocar a una nueva sesión hasta lograr un ambiente político interno conducente a una votación de los candidatos y al nombramiento del jefe de Estado de la República.
Por su parte, los esfuerzos iniciados por el patriarca maronita Mar Beshara Boutros Al-Rahi para auspiciar un diálogo parlamentario cristiano aún no han dado resultados positivos, y las horas recientes fueron testigos de una agudización de las contradicciones entre la Corriente Patriótica Libre y las Fuerzas Libanesas.
Tras 11 sesiones en el Parlamento, ningún candidato de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría absoluta y la prolongación de la vacancia presidencial complejiza el escenario económico, financiero y social del país levantino.
Desde el pasado 31 de octubre, Líbano sortea el cuarto vacío de poder después de la independencia, en ausencia de consenso político y bajo un gobierno interino de poderes constitucionales.
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