La carga de los intereses de la deuda es una de las advertencias de economistas y calificadoras de riesgo, que señalan que cumplir ante los acreedores requiere de un sacrificio fiscal porque el gobierno debe “priorizar” este compromiso ante otros gastos, como salud o educación, o alimentación.
En una aproximación a este tema, el economista Cesar Villalona señaló que es una carga insostenible. “Es una deuda tan grande, equivalente al 77 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que el pago de sus intereses consume cerca del 30 por ciento del presupuesto nacional».
La implicaciones sobre la población están a la vista y son abordadas hoy en un artículo del diario La Prensa Grafica, el cual refleja como los salvadoreños “ya dejaron de comprar carnes y buscan alimentos más baratos”.
Pobladores consultados aseguran hay una disminución de n tiempo de comida por los altos precios de los alimentos. Algunos dicen que ya dejaron de comprar pollo, por ejemplo, porque está muy caro, de la misma forma que amas de casa señalan que ya es un lujo comer huevos.
La espiral en los precios al parecer será una constante este año. Ningún producto escapa a la subida de la inflación, señalan los afectados.
Las personas entrevistadas por La Prensa Gráfica atribuyen la escalada de precios a la escasez de alimentos causada por la baja producción nacional de granos básicos, a que no ingresan varios productos desde Nicaragua, así como el alto costo de la gasolina, la guerra en Ucrania y las especulaciones de los proveedores de alimentos.
La crisis golpea en los hogares más necesitados, incluso algunos optan por reducir los tiempos de comida y otros apenas comen.
«Nosotros ya no podemos darnos gusto en comprar y comer pollo, ya no alcanza. El queso vale cinco dólares la libra, dos pedacitos de carne cuestan cinco dólares, hoy no hay cosa barata. Este año todo está más caro… lo que yo sé decir que con la ayuda de Dios ahí vamos», dijo una de las personas entrevistadas por el periódico.
Según el informe, cientos de salvadoreños caminan a los alrededores del Mercado Central, algunos solo cargan un par de bolsas de a libra con dos o tres tomates y un par de chiles verdes o papas, no les da para más, indica la publicación.
«Antes con 20 dólares alcanzaba para muchas cosas, ahora ese mismo pisto (dinero) en tres cositas se me van, verduras digamos, siete u ocho por el dólar y a veces cuatro o tres por el dólar y los frijoles ahora cuestan 1.25 y antes la libra costaba 0.65 dólares», ejemplifica una ama de casa para mostrar a quien afecta más el desafío del país.
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