“Preliminarmente se tienen identificados 40 pozos que fueron cerrados. Estos pozos cuentan con oportunidades de reactivación, pues en algunos de estos se dejaron niveles de hidrocarburos que en su momento no eran de interés y no fueron habilitados a producción por razones técnico-económicas”, afirmó según una nota institucional entregada a Prensa Latina.
Agrega la fuente que esa empresa seleccionó para una primera campaña alrededor de 29 pozos en áreas a favor de YPFB, y decidió ejecutar la adquisición de datos con el fin de actualizar la información.
Previamente, añadió el escrito, se realizaron estudios de oportunidades para identificar campos maduros o cerrados a reactivar con un análisis técnico multidisciplinario, en el cual participaron especialistas de áreas relacionadas con Geología, Geofísica, Petrofísica e Ingeniería de Reservorios.
Las actividades operativas que permitirán adquirir información sobre los pozos de estos campos maduros o cerrados, se llevarán a cabo a través del proyecto “Servicio de Adquisición de Datos en Campos Maduros”, se informó.
El alcance de este esfuerzo involucra a pozos de las áreas y campos que están a favor de YPFB, de los cuales algunos datan de los años 20, 30 y 60 del pasado siglo, cuya información es muy antigua y escasa.
Según la nota, el comportamiento de los reservorios es dinámico, por lo cual mucha de la información disponible no es representativa y necesita ser actualizada para identificar las características actuales de la interacción roca-fluido.
En el contexto de los objetivos estratégicos de YPFB y el Plan de Reactivación de exploración, descubrimiento y producción de los carburantes, se solicitó el estudio de áreas hidrocarburíferas para evaluaciones técnico-económicas que pudieran presentar oportunidades.
Dorgathen explicó que “mediante la adquisición de datos se podrá contar con información que permita reducir incertidumbres en cuanto a las oportunidades de reactivación de dichos campos, de manera que se pueda incorporar producción y volúmenes de hidrocarburos adicionales en el país”.
Las fuentes concluyeron que la actividad de explotación de campos en áreas tradicionales, principalmente el 80 por ciento de la producción de petróleo proveniente de campos maduros, ingresó en una etapa de madurez en Bolivia.
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