Está previsto que el mandatario abandone Washington mañana lunes y que el siguiente día se reúna en Varsovia, capital polaca, con su homólogo Andrzej Duda.
Durante la propia jornada del 21 de febrero también pronunciará un discurso por la noche (hora polaca), en el que dejará claro que Estados Unidos estará junto a Ucrania «todo el tiempo que haga falta», dijo a la prensa el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
El miércoles, Biden sostendrá un encuentro con el llamado grupo de los Nueve de Bucarest, integrado por miembros del flanco oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
Kirby subrayó que el único viaje previsto de Biden es a Varsovia, lo que parece descartar la posibilidad de que cruce la frontera con Ucrania en algún momento.
En marzo de 2022, el gobernante estadounidense estuvo en Polonia en el final de una gira europea y en un discurso en el Palacio Real de Varsovia expresó en tono de amenaza que su par ruso, Vladimir Putin, no podía permanecer en el poder.
Incluso antes había calificado al líder ruso de “carnicero” en un encuentro con refugiados ucranianos, a lo cual respondió el Kremlin que los insultos de Biden a Putin, reducían la posibilidad de mejorar los nexos entre Washington y Moscú.
La semana pasada, el Pentágono anunció un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en unos dos mil 500 millones de dólares.
El paquete incluye vehículos blindados y tanques, así como municiones y cohetes para el sistema Himars, acrónimo de High Mobility Artillery Rocket System (Sistema de cohetes de artillería de alta movilidad).
Estados Unidos comprometió más de 26 mil 700 millones de dólares en apoyo militar a Ucrania desde el inicio de la operación especial de Rusia en esa nación del este europeo, el 24 de febrero de 2022.
Pero el viaje de este año viene acompañado de nuevos obstáculos para Biden, porque ahora un Congreso dividido en el que una Cámara de Representantes bajo control republicano podría entorpecer ese respaldo millonario.
La operación militar especial se produjo en respuesta a la petición de ayuda de los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Rusia.
Putin explicó que el objetivo de su decisión era defender a las poblaciones que durante ocho años sufrieron persecuciones y genocidio por parte del régimen de Kiev, tras el golpe de Estado en esa república exsoviética, en 2014.
Moscú ha denunciado de manera reiterada el continuo apoyo de la Casa Blanca a Kiev como un paso que solo empeora el conflicto.
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