Se trata de una efeméride muy significativa, dada la relevancia global por la alta contaminación que provoca este material, sobre todo desde el inicio de la era industrial, cuando los niveles de mercurio aumentaron notablemente en el medio circundante, hasta alcanzar elevadas concentraciones.
En 2007, el Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente (Pnuma) debatió la necesidad de encarar una acción internacional sobre el control del mercurio para disminuir las emisiones antropogénicas a la atmósfera y adecuar el manejo de los desechos.
También propuso reducir la demanda y oferta mundiales, atender la restauración de los sitios contaminados, prohibir el tránsito de este metal a países en desarrollo y ofrecer soluciones para la disposición final.
Se utiliza para la fabricación de bombillas, termómetros, termostatos, amalgamas en empastes dentales, interruptores automotrices, y otras aplicaciones.
La contaminación por mercurio es una amenaza mundial, y aun así se está lejos de conseguir un compromiso internacional que afronte este tipo de contaminación mediante medidas obligatorias que detengan toda la minería, uso y comercio de este metal pesado y destine los excedentes a un almacenamiento seguro y permanente.
Investigaciones del Pnuma demostraron que ese producto químico no se degrada en el entorno y que las copas de los árboles en los bosques cercanos a los yacimientos de extracción de oro a pequeña escala pueden acumular grandes volúmenes de contaminación atmosférica por mercurio.
Es una sustancia química tóxica que causa daños cerebrales irreversibles, además de contaminar los ecosistemas, cuyos efectos pueden producirse incluso a niveles muy bajos.
La quema constante de madera, carbón, combustible y petróleo provoca que partículas de mercurio permanezcan en el aire y luego se expandan por toda la atmósfera terrestre, precipitándose luego, por la acción de la gravedad, en forma de gotas de lluvia o polvo.
Una vez depositado en la tierra ocasiona problemas de salud como enfermedades en el sistema nervioso, reproductivo y digestivo, además de dañar los ecosistemas, la fauna y la flora de todo el planeta.
jf/crc