Según explicó Liang Wannian, experto de la Comisión Nacional de Salud, cuando el Partido Comunista de China (PCCh) la semana pasada proclamó “la victoria decisiva” sobre la enfermedad, se refirió a que acabó la última ronda de contagios y al mismo destacó la existencia de una inmunidad de rebaño relativamente fuerte en la población.
El científico recalcó que ello no significa la desaparición por completo de la Covid-19 del gigante asiático, pero su incidencia está en el nivel más bajo y siempre surgirán algunos enfermos como sucede por estos días.
“China aseguró una victoria decisiva sobre el virus (SARS-CoV-2) y dejó de ejemplo cómo una nación populosa puede superar una epidemia”, acotó Liang.
Sus declaraciones responden a la inquietud de la sociedad, porque desde el comienzo del semestre escolar la semana anterior hay un incremento de casos de Covid-19, junto a fiebre, norovirus e influenza H1N1 en alumnos de varias provincias del país.
El panorama conllevó al cese de las clases presenciales en Hangzhou, Ningbo, Jinhua, Shanghai, Beichen y en urbes de la provincia de Anhui para evitar una propagación masiva de las infecciones.
La medida durará pocos días y los analistas aseguran que se trata de una situación normal, porque las clases reiniciaron en medio de la transición del invierno a la primavera y la etapa es sinónimo de un alza de las enfermedades contagiosas en los menores.
Los entendidos tampoco prevén la circulación masiva de la variante Ómicron XBB.1.5 del SARS-CoV-2, tras detectarse por primera vez en China continental; mientras proyectan de tres a seis meses de inmunidad colectiva para combatir la Covid-19.
Cuando la semana pasada el PCCh anunció el éxito de la lucha epidemiológica, también urgió a mantener la prioridad en aumentar los niveles de vacunación en los adultos mayores, mejorar el sistema de salud y ampliar la producción de suministros médicos.
China en noviembre pasado comenzó a revolucionar su estricto mecanismo sanitario en función de garantizar el crecimiento socioeconómico y erradicar prácticas polémicas que causaron malestar en la población y destaparon protestas sin precedentes ese mes.
Pero al mismo tiempo experimentó el rebrote más violento de Covid-19 desde 2020 en Wuhan y con saldo de casi 100 mil muertes, cerca del 90 por ciento de la población infectada y miles de casos críticos entre los ancianos.
No obstante, el 8 de enero degradó el nivel de emergencia con que maneja la patología, eliminó las cuarentenas obligatorias y reabrió las fronteras, con lo cual dio paso a la convivencia con el SARS-CoV-2, tal y como hace el resto del mundo.
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