De esa cantidad, precisó el coronel Henguel Pereira, 53 fallecidos se reportaron en la ciudad de Sao Sebastião y uno en Ubatuba.
El gobierno estadual comunicó además que 38 cuerpos fueron identificados y liberados para el entierro.
Las víctimas son 13 hombres, 12 mujeres y 13 niños. Los demás cadáveres aún esperan pericia e identificación.
El portal G1 asegura que seis días después de la tragedia, todavía cerca de 30 personas permanecen desaparecidas.
De acuerdo con la Defensa Civil, hay más de cuatro mil desplazados o desabrigados.
Bomberos, agentes de la Defensa Civil y voluntarios siguen con las búsquedas de forma ininterrumpida. La acción se reduce durante la noche y por la mañana se refuerzan los equipos de socorristas.
Los trabajos de búsqueda ocurren especialmente en barrios de la costa sur de Sao Sebastião, como Vila Sahy, área que concentra la mayoría de las víctimas de la desdicha, y Juquehy.
El gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, reconoció que el aviso de desastre por SMS no son efectivos y que instalará sirenas en las zonas de riesgo en la división territorial.
A lo largo del día de la tragedia, los residentes registrados recibieron mensajes, pero ninguno tuvo en cuenta la dimensión de la inclemencia climática y los deslizamientos de tierra.
De igual manera, algunas de las áreas afectadas, en la noche del 18 de febrero, mientras se disparaban los mensajes, no tenían señal de telefonía o internet.
La Defensa Civil indicó que el volumen de precipitaciones en 24 horas superó el pasado fin de semana lo esperado para todo febrero en tres de las cuatro ciudades del litoral norte paulista: Sao Sebastião, Ilhabela, Caraguatatuba y Ubatuba.
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