El líder del legislativo indicó que el país no aguanta la prolongación del vacío de poder por más tiempo ante la agudización de la crisis; y enfatizó la necesidad de alcanzar el consenso para nombrar al nuevo mandatario.
Berri consideró que el porcentaje de optimismo es igual al de ansiedad, en términos del clima internacional y regional para propiciar el entendimiento político en busca del jefe de Estado libanés.
Con la ausencia de veto externo sobre un candidato específico, el jefe parlamentario subrayó que la solución pasa por el diálogo y la elección rápida del presidente en la intención de restituir los mecanismos de la nación.
En este contexto, el jefe del Consejo Ejecutivo de la Resistencia islámica (Hizbulah), Hashem Safieddine, afirmó que los libaneses son capaces de resolver sus problemas, siempre distantes de las apuestas de algunos por el exterior.
Al mismo tiempo, el diputado Muhammad Raad puntualizó que la clave para salir de la crisis es el entendimiento interno y reiteró la inadmisibilidad de que un extranjero nombre al presidente de la República.
Desde el pasado 29 de septiembre, Líbano intenta elegir al nuevo representante de la comunidad cristiana maronita en desempeñar el cargo de jefe de Estado, tras el fin del mandato de Michel Aoun, el 31 de octubre.
A la espera de la convocatoria para la duodécima sesión presidencial, el país sortea los obstáculos del cuarto vacío de poder después de la independencia, bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
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