Según el Gobierno estadual, de esa cantidad de fallecidos, 55 fueron identificados (20 hombres, 17 mujeres y 18 niños).
De esas vidas perdidas, 63 ocurrieron en la ciudad de Sao Sebastião y una en la vecina Ubatuba.
Este domingo, los equipos de rescate entraron en el octavo día de búsquedas de víctimas que acabaron siendo sepultadas por los escombros dejados por las precipitaciones.
Autoridades comunicaron que la prioridad sigue siendo el socorro a las víctimas y la atención a los más de mil 150 desplazados y mil 290 desabrigados.
Hasta el momento, no hay fecha para que el Cuerpo de Bomberos, los voluntarios y los demás equipos que actúan en ese frente cierren las búsquedas.
El último boletín indica que 22 adultos y seis niños víctimas de los chaparrones fueron atendidos en el hospital regional del litoral norte.
De ese total, 11 permanecen internados con estado de salud estable, otros 12 recibieron el alta hospitalaria y cinco fueron transferidos a otras unidades.
La lluvia que cayó en la región en un período de 24 horas es considerada la mayor de la historia del país.
No solo causó deslizamientos, sino afectó el suministro de agua y el funcionamiento de las carreteras, además de provocar la cancelación de las fiestas de carnaval.
Las ciudades del litoral norte, además de Bertyoga, en la llamada Baixada Santista, entraron en estado de calamidad pública.
«Cuanto más tiempo pasa, menor es la probabilidad de hallar personas con vida», afirmó esta semana al portal de noticias G1 un socorrista nombrado capitán Villas Boas, quien actúa en la búsqueda en Vila Sahy, en el litoral norte paulista.
También la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, denunció que la tragedia expone el apartheid social en el gigante suramericano.
«En el pasado, ricos fueron contra la construcción de casas populares para sacar al pueblo de las áreas de riesgo y hoy llaman víctimas socorridas de desplazados de la favela», escribió Hoffmann en la red social Twitter.
Consideró que la «reconstrucción pasa también por el enfrentamiento a la lucha de clase».
Ante la denuncia de la timonel del PT, el internauta Cesar Cury afirmó que «la burguesía trata la pobreza como una enfermedad contagiosa. Se empeña en no ver su responsabilidad en el vergonzoso abismo social».
La reacción de la diputada afloró tras salir a la luz que los residentes de clase media y alta de Sao Sebastião prohibieron la construcción de casas populares en un «barrio noble».
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