La semana pasada, la empresa se vio obligada a suspender las operaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y Poliducto Shushufindi-Quito debido al derrumbe del puente sobre el río Marker, entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos.
Las tuberías del sistema de transporte de combustibles son afectadas -al igual que el puente colapsado- por la erosión del río y, de acuerdo con Petroecuador, trabajan para reparar los daños en el menor tiempo posible.
Ante esa situación, Ecuador declaró estado de fuerza mayor y suspendió tanto las exportaciones de crudo como la disminución de la producción.
El ministro de Energía y Minas, Fernando Santos, anunció la importación de combustible para garantizar el abastecimiento interno.
Sin embargo, debido a las condiciones climáticas registradas en la zona costera de la provincia de Santa Elena, hubo retrasos en la llegada de buques con gasolinas.
Para evitar afectaciones, la gerente de EP Petroecuador, María Elisa Soledispa, dispuso que el Terminal Chaullabamba, en la sureña ciudad de Cuenca, labore excepcionalmente este domingo 26 de febrero, con el objetivo de poner el producto a disposición de la ciudadanía.
Ecuador importa entre el 60 y 70 por ciento de los combustibles que se consumen en el país, entre ellos están la nafta (gasolina de alto octano), diésel y gas licuado de petróleo (GLP).
Por su parte, el SOTE es el principal oleoducto del país, actualmente tiene una capacidad de transporte de 360 mil barriles por día a través de los 497,7 kilómetros de tubería que se extienden por la Amazonía, Sierra y Costa, mientras por el Shushufindi-Quito transitan 20 mil barriles en cada jornada.
lam/avr