El secretario en jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, dijo en conferencia de prensa que la medida se implementará a partir de este miércoles, mientras observan la situación de los contagios en el gigante asiático.
De acuerdo con la nueva disposición, quienes hayan visitado China en los últimos siete días ya no deberán someterse a una prueba de antígeno al llegar a los aeropuertos nipones.
En cambio, se realizarán encuestas por muestreo limitadas a un pequeño número de pasajeros y el resto deberá presentar un certificado PCR (reacción en cadena de la polimerasa) negativo como los demás visitantes extranjeros.
Las personas dentro del 20 por ciento de muestra que den positivo al virus respiratorio serán trasladadas a centros de cuarentena.
Asimismo, levantarán las limitaciones respecto al número de vuelos autorizados desde el vecino continental que se habían impuesto el pasado 30 de diciembre con el objetivo de garantizar inspecciones de inmigración más exhaustivas.
Matsuno precisó que hasta la fecha todas las mutaciones confirmadas en viajeros de origen chino corresponden al linaje de la variante Ómicron, la más extendida y estudiada en Japón.
En diciembre de 2022, China experimentó el peor rebrote de Covid-19 desde 2020 en Wuhan, que según expertos se debió a la continua mutación del nuevo coronavirus, la llegada del invierno y la caída de la respuesta inmune en las personas vacunadas.
A raíz de la acentuada crisis sanitaria Tokio recrudeció los protocolos de seguridad para ese destino, lo cual provocó que Beijing cancelara hasta el 11 de enero del presente año la emisión de visados para japoneses.
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