Según el portal G1, los bomberos informaron que esta sería la última víctima, pero existe la posibilidad de que otra persona esté soterrada en el barrio Ballena Verde.
El Cuerpo de Bomberos recibió información que un anciano estaría enterrado en la región.
La ubicación del último cadáver ocurrió el domingo, exactamente una semana después de la tragedia y es de una mujer.
Fue encontrada en Villa Sahy, lugar más afectado por las lluvias, las mayores registradas en 24 horas en la historia del gigante suramericano.
No solo la inclemencia climática causó deslizamientos de tierra, sino también afectó el suministro de agua y el funcionamiento de las carreteras, además de provocar la cancelación de las fiestas de carnaval.
De ese total de vidas perdidas, 64 se notificaron en la ciudad de Sao Sebastião y una en la vecina Ubatuba.
Por el momento, 57 víctimas fueron identificadas y liberadas para el entierro. Según el gobierno estadual, son 21 hombres, 17 mujeres y 19 niños.
Un último boletín del estado indica que mil 109 personas permanecen sin hogar y mil 172 están desabrigadas en la ciudad.
Además del trabajo de rescate, los bomberos actúan para tratar de convencer a los residentes de áreas de riesgo de abandonar sus hogares hasta que la situación se normalice.
Hasta el momento, no hay fecha para que los socorristas, voluntarios y demás equipos cierren las búsquedas.
Ante los hechos, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, denunció la pasada semana que la tragedia expone el apartheid social en Brasil.
«En el pasado, ricos fueron contra la construcción de casas populares para sacar al pueblo de las áreas de riesgo y hoy llaman víctimas socorridas de desplazados de la favela”, escribió Hoffmann en la red social Twitter.
Consideró que la “reconstrucción pasa también por el enfrentamiento a la lucha de clase».
La reacción de la timonel del PT afloró tras salir a la luz que los residentes de clase media y alta de Sao Sebastião prohibieron la construcción de casas populares en un “barrio noble”.
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