En la tribuna celebrada en la Plaza Hugo Chávez, en el Cuartel San Carlos de Caracas, la también ministra de Economía destacó que cada día de resistencia a las sanciones aplicadas por Estados Unidos y sus aliados está el espíritu rebelde y antiimperialista del 27 de febrero, del 4 de febrero (de 1992) y del 27 de noviembre (de 1992).
Una historia que se traduce en lo que ha sido la reivindicación de las raíces históricas de Simón Bolívar, afirmó.
Rodríguez manifestó que, a diferencia de hace 34 años, el pueblo de hoy está acompañado por una Revolución, tiene al presidente Nicolás Maduro y no a un lacayo ni servil, sino a uno de ustedes en el Palacio de Miraflores (sede de Gobierno), que gran orgullo para Venezuela, recalcó.
Reflexionó que los sucesos del 27 de febrero fueron la acumulación histórica de la conciencia política del pueblo venezolano que se hartó y dijo “no más”, en la primera sublevación en el mundo contra el Fondo Monetario Internacional.
La vicemandataria subrayó que Venezuela desde sus orígenes y raíces es un país profundamente antiimperialista y “no nos gobierna ningún poder”, sino el sagrado pueblo, y enfatizó que ningún gobierno extranjero puede venir a darle órdenes a los venezolanos.
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, señaló que en este país gobernaba Estados Unidos y era el que ponía a los presidentes.
Denunció que muchos de los muertos y desapariciones de jóvenes en aquellos dos aciagos días del 27 y 28 de febrero tienen la firma del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, a quien calificó de asesino. Ahí no hubo Organización de Estados Americanos, Derechos humanos, ONU, Corte Penal Internacional, no había nada de eso, indicó, al referirse a los más de 11 mil asesinatos, de los que tres mil no aparecieron sus cuerpos, apuntó.
Recordó que a los muertos los cargaban en camiones y los trasladaban a un lugar llamado La Peste, nombre que evidenciaba el desprecio hacia el pueblo, y añadió que las imágenes eran dantescas.
Cabello señaló que esa historia nos reclama que debemos aprender de esas lecciones y ante el enemigo común, los pueblos deben permanecer mas unidos estructuralmente alrededor de sus propias luchas.
Estamos cada día más obligados a consolidar la unión con las fuerzas del pueblo, unidad ante cualquier circunstancia, «unidad, lucha, batalla y victoria, que es una orden del comandante Hugo Chávez», sentenció.
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