La semana pasada la estatal Petroecuador se vio obligada a suspender las operaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el Poliducto Shushufindi-Quito debido al impacto de la erosión provocada por el río Marker, en la región amazónica.
Ese desgaste natural provocó el colapso de un puente entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos y también dañó el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), propiedad de la empresa privada del mismo nombre, el cual puede transportar 151 mil barriles diarios de crudo.
Esas afectaciones obligaron a suspender tanto las exportaciones como la producción a nivel nacional hasta reparar los oleoductos.
Ecuador produjo 243 mil 678 barriles de petróleo el 26 de febrero, la mitad de los extraídos el 21 de febrero, un día antes del socavón en la zona del río Marker que provocó daños en las tuberías petroleras.
De acuerdo con declaraciones de Santos al canal Ecuavisa, las afectaciones implican 15 millones de dólares menos en el flujo de caja de Petroecuador.
Pese a la situación, la compañía aseguró que existen reservas suficientes de combustibles para abastecer al mercado interno.
El SOTE es el principal oleoducto del país, con una capacidad de transporte de 360 mil barriles por día a través de los 497,7 kilómetros de tubería que se extienden por la Amazonía, Sierra y Costa, mientras por el Shushufindi-Quito transitan 20 mil barriles en cada jornada.
En estos momentos, Petroecuador estudia cambiar el recorrido de esos sistemas para evitar las afectaciones de la erosión, una inversión que costaría, según el ministro, unos 300 millones de dólares.
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