De acuerdo con la organización, ese fenómeno evidencia una marcada división de clases, en detrimento de los profesionales con bajos ingresos, sobre todo, aquellos pertenecientes a las denominadas minorías étnicas.
Estos últimos, según un informe de la organización, representan 75 por ciento de los empleados mayores expulsados por esa condición y, sumado a ello, aumentó en más de 20 por ciento, en los últimos tres años, el número de personas de 50 a 65 años que no trabajan o buscan empleo por enfermedad.
En este sentido, el TUC señaló que los planes destinados al abordaje de la escasez de mano de obra deben incluir las desigualdades estructurales de larga data y exhortó a los ministros “lidiar con la crisis de personal en los servicios públicos” para el desarrollo de un tratamiento preventivo.
El secretario general del grupo sindical, Paul Nowak, recomendó al Gobierno el aseguramiento de trabajos disponibles para las personas mayores, con derechos, capacitaciones y una labor flexible que les permita permanecer en sus puestos más tiempo.
Ello, apuntó, significaría la detención de los proyectos de incremento de la edad de jubilación “que solo enviaría a más británicos a años de pobreza y mala salud” y demandó inversiones en el sistema de asistencia sanitaria para mejorar el acceso a ese servicio.
mgt/dgh