Según el canal de televisión CBS, la propuesta analizada la víspera en una audiencia del comité de la Cámara de Representantes estadual prohibiría al personal de las escuelas públicas K-12 (para la enseñanza primaria y secundaria) enseñar sobre identidad de género y orientación sexual.
“La exposición a tales temas es inapropiada para los niños, ya que crea confusión”, dijo la representante Ann Kelley, patrocinadora republicana de la normativa.
La también exmaestra comentó que supuestamente el texto impediría a los educadores, por ejemplo, explicar el fallo de la Corte Suprema en 2015 conocido como Obergefell contra Hodges, que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En respuesta a Kelley el representante republicano Phil Christofanelli afirmó: “Parece que las cosas que quieres prohibir están dirigidas a un grupo en particular que encuentras desfavorable”.
El proyecto sigue el modelo de una ley de educación del estado de Florida aprobada el año pasado, promocionada por los partidarios como una protección de los “derechos de los padres”, pero considerada por los opositores como una restricción de “No digas gay”.
La regulación de ese estado prohíbe enseñar tales materias desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, aunque lecciones sobre esos temas para estudiantes de cualquier nivel también están vetadas si no son consideradas apropiadas para la edad, remarcó la cadena.
El análisis sobre esta cuestión ocurrió en un contexto en que legisladores de varias demarcaciones debaten restricciones que afectan a la comunidad Lgbtiq+.
Los gobernadores de al menos seis estados (Alabama, Arkansas, Arizona, Dakota del Sur, Tennessee y Utah) firmaron regulaciones para imponer restricciones a la asistencia relacionada con la afirmación de género en menores trans, pese a críticas de grupos defensores de ese derecho.
Legisladores federales y estaduales revisaron en 2022 más de 200 proyectos de ley que trataron de limitar las garantías de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer.
Según un sondeo de la organización The Trevor Project y la empresa Morning Consult, ocho de cada 10 encuestados transgénero y no binarios dijeron que los debates sobre estas propuestas afectaron su salud mental, mientras el 75 por ciento de los jóvenes declaró sentir estrés o ansiedad debido a las amenazas de violencia contra los espacios Lgbtiq+.
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