La ofensiva allana el camino a la gestión del presidente electo en los comicios generales del sábado pasado, Bola Tinubu, del Congreso de Todos los Progresistas, en el Gobierno, en la persona del mandatario saliente, Muhammadu Buhari, quien no aspiró a la reelección y abandonará el cargo en mayo próximo.
Un comunicado del Ministerio de Defensa añadió que los militares recuperaron armamento pesado y municiones, fusiles de asalto, vehículos de ataque, motocicletas, medicamentos y uniformes de camuflaje durante las operaciones en el estado de Borno (noreste), bastión de los islamistas.
El empuje militar incluyó incursiones contra bases de las bandas armadas que desde hace meses asolan zonas del norte, noroeste y el sureste y constituyen otro de los dolores de cabeza del Gobierno federal con sus ataques y saqueos a aldeas y secuestros de funcionarios para reclamar rescate en metálico.
Otro de los conflictos internos, las acciones de una milicia separatista en el sureste, fue objeto de atención, señaló el parte distribuido a la prensa y firmado por el general Onyema Nwachukwu.
La comunicación, que califica los resultados de significativos, precisó que las acciones ocurrieron en varios teatros de operaciones: Gwoza, Bama, Gubio, Biu, Dikwa, Monguno y Konduga, estado de Borno.
El parte subrayó que las operaciones estuvieron a cargo de la Fuerza de Tarea Conjunta (JTF, por sus siglas en inglés), la cual incluye tropas de los ejércitos de Camerún, Chad y Níger, países a los cuales los islamistas extienden sus ataques y atentados.
Es probable que las acciones de la JTF prosigan en orden a proporcionar al nuevo mandatario mayor libertad de movimiento para enfrentar otros problemas internos, entre ellos el más acuciante la situación económica del país, el más poblado de África y primer productor de petróleo del continente.
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