La iniciativa, que ocupa el primer punto de los nueve del encuentro, busca eliminar la norma anual de retrasar el reloj una hora los últimos domingos de marzo, precisa un reporte del Congreso.
Los legisladores, según la fuente, actúan bajo cierta presión porque la propuesta ya tiene una media norma de la Cámara de Diputados y tendrá sanción automática si el Senado no la trata antes del 15 de marzo, tras lo cual corresponderá al Gobierno su promulgación o veto. La opción opuesta sería que el pleno de la Cámara Alta rechazara este jueves el proyecto y entonces sería enviado al archivo sin posibilidades de volver a tratarlo hasta dentro de un año, como mínimo.
Entre los sectores contrarios a establecer fijo el horario de verano sobresale la Unión de Gremios de la Producción, que también disiente sobre el traslado del feriado del 1 de mayo para el viernes 8, que integra la propuesta.
Otra entidad antes opuesta y ahora en favor de la modificación horaria es la Administración Nacional de Energía, de acuerdo con reportes de la radio 730 AM.
La entidad energética apoya ahora mantener el horario, aunque advirtió sobre la inseguridad para estudiantes y otros sectores durante el invierno por la oscuridad, a causa de la tardía salida del sol.
“Para nosotros no existe inconveniente en que el horario se mantenga, porque la mayor demanda de electricidad se registra en verano y justo desde el último domingo de marzo ya comienza a bajar el consumo”, explicó el presidente de la ANDE, Félix Sosa.
Uno de los impulsores de la iniciativa, el diputado Sebastián García, insistió en que esta sería conveniente para ahorrar energía eléctrica, dar sensación de seguridad a los trabajadores al final de sus jornadas e incentivar el consumo.
Otro defensor es el legislador Martín Arévalo, quien, no obstante, advirtió que una gran parte de los miembros de la Cámara Alta ya rechazaron el proyecto de ley con anterioridad y se espera que hoy mantengan esa posición.
Los enemigos de la propuesta incluyen a la senadora oficialista Blanca Ovelar, para quien mantener el horario de verano perjudica a las comunidades educativas rurales, ya que, al amanecer más tarde, profesores y alumnos irían a los colegios en la oscuridad.
El decreto paraguayo vigente en la actualidad establece que la hora oficial se atrasa el último domingo de cada marzo y se adelanta el primer domingo de octubre.
La mayoría de los países de América Latina, excepto Paraguay, Chile y el sur de Brasil, no aplican los cambios de horario debido a su clima y duración de la luz.
mem/apb