Más bien puede llamarse ¿¡Otra vez Elvis!?, pues cuando se revisa el listado de apartados, este drama estadounidense-australiano repite y repite en las categorías más importantes.
La biografía del controvertido cantante y actor Elvis Presley, sin dudas una leyenda, se refleja en esta cinta dirigida por el productor australiano Baz Luhrmann, el mismo de El gran Gatsby, de 2013, con Leonardo Di Caprio.
A partir de un guion escrito por el propio cineasta junto con Craig Pearce, el largometraje está protagonizado por Austin Butler y el ya consagrado Tom Hanks, además, de la intervención de Olivia DeJonge, en el papel de Priscilla Beaulieu, luego Presley, tras contraer nupcias con la estrella.
La categoría más cotizada, o por lo menos, una con la que todo director sueña para recoger el lauro dorado es la de Mejor Película y ciertamente, si Elvis se la lleva, Luhrmann será uno de los grandes privilegiados.
Butler parte como uno de los favoritos para Mejor Actor Protagonista, un joven que dentro de su personaje se despliega, muy convincente, con gestos, una progresiva transformación con su maquillaje y el modo de vestir de la época.
No por gusto también el filme matriculó en las secciones de Mejor Maquillaje y Peluquería, y Mejor Diseño de Vestuario, acompañadas por Mejor Diseño de Producción.
Obtuvieron elogios generalizados la interpretación de Presley, así como la dirección; de la misma manera ocurrió con las mencionadas categorías, incluyendo la obra ya editada, el diseño de sonido y con este último, cada una de las secuencias musicales.
La edición ingresa en Mejor Montaje y ese mismo nervio narrativo demandado para seguirle el ritmo a Luhrmann lo exhibieron los montadores Jonathan Redmond y Matt Villa en esta cinta.
Mejor Fotografía se lleva los aplausos por el trabajo de Mandy Walker, una mujer que opta por esa victoria histórica y pretende ganar el premio por primera vez.
En 2014 se anunció que Luhrmann iba a dirigir una biografía de Elvis Presley, aunque el proyecto salió a la luz oficialmente en marzo de 2019.
Su rodaje comenzó en 2020 en la natal Australia del cineasta, se detuvo con el inicio de la Covid-19 y terminó pasado más de un año.
Un importante evento cinematográfico europeo hizo la apertura de Elvis, ese fue el Festival Internacional de Cine de Cannes a principio de 2022, se estrenó en el país continente el 23 de junio de ese año y en Estados Unidos al siguiente día por Warner Bros.
Su estreno resultó un éxito comercial y de la crítica, y logró convertirse en la segunda película biográfica musical más taquillera de todos los tiempos por detrás de Bohemian Rhapsody (2018), dedicada a Freddy Mercury, además, de la cuarta más vendida en Australia.
A tantos reconocimientos se sumó el Instituto Estadounidense del Cine que nombró a Elvis como una de las diez mejores películas de 2022.
La retahíla de elogios no termina aquí, pues en la 80 edición de los Globos de Oro recibió tres nominaciones, siete en la 28 de los Premios de la Crítica Cinematográfica y su protagonista se llevó numerosos premios, incluidas las nominaciones a Mejor Actor en Londres, Estados Unidos y Canadá.
El final se desenvuelve con imágenes de la vida real de Elvis ya hinchado, en uno de sus últimos espectáculos y una actuación triunfal
Según estadísticas se le reconoce como el solista con más ventas de discos y exitoso de la historia, quien, no muy lejos, en 2015, «ganó» 55 millones de dólares, pese a fallecer hace casi 40 años, y parte de esos beneficios todavía llegan de sus ventas de discos.
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