Durante un discurso televisivo, el secretario general de la Resistencia islámica libanesa criticó a quienes pretendieron satisfacer los intereses de Estados Unidos y advirtió contra los riesgos de asumir posturas aliadas con Occidente y Tel Aviv.
En la ocasión, la máxima figura de la fuerza chiita insistió en no confiar en Tel Aviv respecto al tema de las fronteras marítimas, e hizo hincapié sobre los inconvenientes en torno a una prohibición o retraso en la extracción de petróleo y gas a Líbano.
Sobre la demarcación, Nasrallah recordó la victoria alcanzada por el gobierno y pueblo libanés y su entereza para defender el territorio y no permitir al ente israelí el robo de los recursos naturales.
El jefe de Hizbulah aclaró que el acuerdo marítimo no es normalización y subrayó: “nunca haremos nada para complacencia de Estados Unidos”.
De acuerdo con el líder libanés, no puede haber decepción o arrepentimiento en torno al tema de la demarcación, porque es un logro histórico e importante.
En relación con los últimos acontecimientos en la Línea Azul, Nasrallah llamó la atención sobre la existencia de una fórmula de disuasión formada por el pueblo, el ejército y la Resistencia, cuyo objetivo es proteger todas las fronteras nacionales y sus recursos.
Al respecto, reveló los intentos del enemigo de extenderse unos metros más allá del referido punto limítrofe establecido por las Naciones Unidas, y la disposición de las personas desarmadas a enfrentar a las fuerzas israelíes y sus tanques “sin ningún temor, con total audacia y valentía”.
En este sentido, el jefe de Hizbulah exhortó a los libaneses a no ceder ni un pedazo de tierra ni una gota de agua de las Granjas de Shebaa ni en las colinas de Kfar Shuba.
Sobre el vacío presidencial, Nasrallah confirmó el interés nacional definido de no permitir la imposición de veto desde el exterior en torno a las candidaturas, porque la decisión sobre ese expediente está en manos de los libaneses.
Asimismo, instó a los políticos y al pueblo en general a trabajar día y noche para adelantar las elecciones y no esperar a arreglos ajenos a los libaneses.
Condenó las pretensiones de los enemigos de involucrar a Hizbulah en el presunto sabotaje al quórum dentro del Parlamento libanés en las diferentes sesiones para elegir al nuevo jefe de Estado.
En este caso, sugirió a los diferentes bloques de diputados presentar su candidato ante el legislativo y si existe el quórum necesario designar al próximo mandatario directamente.
Durante la alocución, el secretario de la Resistencia confirmó su apoyo al exministro Suleiman Franjieh, jefe del Movimiento Marada y manifestó su respaldo a la firma del entendimiento con la Corriente Patriótica Libre del 6 de febrero de 2006.
Nasrallah abogó por la calma, el diálogo y la comunicación en el país como la vía más segura para finalizar el vacío presidencial y restituir las instituciones del Estados.
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