Su ausencia para el crucial duelo de Champions de mañana contra el Bayern Múnich ya era conocida, pero muy pocos imaginaban que una cirugía para reparar ligamentos podría dejar fuera de la cancha por hasta cuatro meses al atacante de 31 años y, eventualmente, decretar el temprano fin del tridente ofensivo más ilustre de los últimos años, formado junto a los cracks Lionel Messi (35) y Kylian Mbappé (24).
Desde hace semanas circula en Francia la tesis de que el trío galáctico no sobrevivirá a la actual campaña, y que el club buscará reorganizar su muy costoso proyecto deportivo en torno a Mbappé, con la salida de al menos uno de los dos veteranos, Ney o Leo.
El brasileño, siempre polémico, vivía horas bastante bajas en lo futbolístico antes de su lesión del 19 de febrero en casa contra el Lille, mientras el campeón del mundo albiceleste volvió en esta temporada a brillar como acostumbró al planeta en su era barcelonista.
«El PSG, ¿mejor sin Neymar?», la pregunta circula, y con más fuerza desde que ayer el equipo parisino divulgara la operación del jugador en los próximos días para evitar recaídas en su tobillo derecho.
La realidad es que en los últimos dos partidos, Mbappé y Messi mostraron una asociación de maravilla, con goles y asistencias, que de ratificarse mañana en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones frente al ogro germano, disparará sin dudas el rumor de que sobra Ney.
Diarios como L’équipe recuerdan hoy que se trata de la octava lesión del brasileño desde su llegada en 2017 a la Ciudad de la Luz y cuestionan el futuro de la superestrella en el Parque de los Príncipes.
El fatídico 19 de febrero ante Lille, Neymar marcó su gol 118 y otorgó su pase decisivo 77, «pero ¿superará él esas estadísticas con el club de la capital?, la pregunta merece ser planteada (…)», publicó por su parte Le Parisien.
Los seguidores del PSG están enfocados en la suerte que correrá el equipo en Múnich, tras el revés de la ida 0-1, un resultado que bueno o malo alimentará la polémica sobre el futuro del crack brasileño.
Rumores aparte, lo cierto es que el tridente que unió en la campaña pasada a tres de los más grandes del momento, pudiera pasar a la historia con más penas que glorias, aunque nunca se sabe.
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