Durante una conferencia de prensa, el canciller anunció que este año la nación celebrará el tercer foro de la iniciativa de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional y la primera cumbre bilateral con Asia Central, como parte de sus planes para ampliar las asociaciones y promover un nuevo tipo de vínculos entre los distintos Estados del planeta.
“Mientras el mundo enfrenta cambios grandes y nunca vistos en un siglo, China seguirá impulsando un política exterior de paz independiente e implementando la estrategia de apertura con beneficio mutuo”, indicó.
Según acotó, Beijing siempre estará al lado de la paz, el desarrollo y la estabilidad en el orden global, pero también se opondrá a la hegemonía, el abuso del poder político y el choque de bloques.
Qin habló de las oportunidades derivadas del proceso de modernización de China, negó las acusaciones sobre las supuestas trampas de deudas con el proyecto de la Franja y la Ruta de la Seda, y aseguró que ayudó a crear empleos, reducir la pobreza y mejorar la infraestructura en los territorios participantes.
Respecto a las relaciones con Rusia, enfatizó en que no apuntan a terceros y sí buscan proteger la multipolaridad, la democracia y el balance en los asuntos internacionales.
Reiteró la apuesta por iniciar lo antes posible las negociaciones de paz para darle fin al conflicto en Ucrania, tras remarcar que “las sanciones y la presión no resolverán el problema, y se necesita calma, razonamiento y diálogo”.
Convocó a Estados Unidos a abandonar el empeño de contener a China, hacer más por depurar los lazos bilaterales de fricciones y trabajar juntos por lograr una coexistencia pacífica.
Entre otras cuestiones, Qin reafirmó la soberanía del gigante asiático sobre Taiwán, destacó el rol de los jóvenes en el desarrollo nacional y deploró que la estrategia occidental en la región del Indo-Pacífico apunte a la confrontación.
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