“Somos la revolución dentro de la revolución, y tenemos que seguir de pie, nunca de rodillas, como decimos aquí en Bolivia”, reiteró en declaraciones a Prensa Latina.
Insistió en que es necesario trabajar, poner el hombro y la vida por la justicia social, por la construcción de ese mundo mejor con dignidad, soberanía, salud y educación para todas y todos.
“Nuestro presidente, Lucho Arce, propuso en la Asamblea General de Naciones Unidas que se declare el Decenio de la Despatriarcalización -recordó la titular-, porque emerge de nuestras raíces como una propuesta política, que no únicamente tiene que ver con un feminismo vacío”.
Explicó que se trata de un concepto comunitario articulado con la lucha anticapitalista, antimperialista, antineoliberal, anticolonial y antipatriarcal de Bolivia.
Al referirse a lo que denominó “la patria grande”, Prada consideró que las revoluciones de esta región tienen que dar a conocer al mundo mucho de lo que han realizado por los derechos de las mujeres, los grandes avances en su participación.
“Reitero, no se trata solo de que las revoluciones tienen rostros femeninos, sino que las mujeres son revolución dentro de la revolución”, concluyó la ministra.
Prada presentó recientemente un informe acerca de las labores desde febrero de 2022, cuando se declaró el Año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización en Bolivia.
Al respecto, la titular acotó que el Banco Unión aprobó créditos para 681 mujeres a una tasa de interés preferencial, mientras que otras tres mil 459 accedieron a financiamiento del Banco de Desarrollo Productivo (BDP), y 20 familias fueron beneficiadas con los programas de huertos urbanos en la ciudad de La Paz.
En tanto, la Unidad de Proyectos Especiales posibilitó la contratación de 828 mujeres en las obras que financia. La meta propuesta para los próximos meses es garantizar una fuente de empleo para siete mil 393 féminas.
Al referirse a la tenencia de la tierra, Prada enfatizó en que ahora el 45 por ciento de los títulos de propiedad tienen nombre de mujeres, a diferencia de 10 de cada 100 en la década de 1990.
Todos estos indicadores reflejan el empoderamiento en marcha de las mujeres del Estado Plurinacional.
jha/jpm