El texto será examinado por el Senado y el valor de la asignación establecida en el proyecto es de un salario mínimo (mil 302 reales, un poco más de 250 dólares) y debe ser pagado hasta que el menor cumpla 18 años.
Para tener acceso al beneficio, la renta mensual per cápita de los descendientes o dependientes menores de edad, huérfanos en razón del delito de feminicidio, debe ser igual o menor que un 25 por ciento de un sueldo mínimo.
El contenido establece además que la pensión no podrá ser acumulada con beneficios recibidos del Régimen General de Previsión Social, ni con pensiones o beneficios del sistema de protección social de los militares.
Aún, según la iniciativa, la ayuda será retirada si el menor fue «condenado por la comisión de una infracción análoga a delito, mediante sentencia firme, como autor, coautor o partícipe de feminicidio doloso, o de tentativa de dicho acto, cometido contra la mujer víctima de la violencia, salvo los absolutamente incapaces e inimputables».
Brasil impuso marca de mil 410 feminicidios en 2022, lo cual significa que una mujer resultó asesinada cada seis horas, según reveló ayer el Fórum Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), en el Día Internacional de la Mujer.
Tal guarismo es un cinco por ciento superior al de 2021 (mil 337) y mayor desde que los asesinatos de mujeres, causados por género, comenzaron a ser medidos en 2017.
El aumento ocurre a diferencia del número de crímenes sin condición de sexo, que fue el menor de la serie histórica del Monitor de la Violencia y del FBSP.
Con 40,8 mil casos, el país tuvo uno por ciento menos muertes en 2022 que en el calendario anterior.
A propósito de la fecha, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva presentó un paquete de medidas para poner fin al flagelo e instó a «ir más allá en el combate contra la intolerable violencia física contra las mujeres».
Entre las medidas divulgadas figura el envío al Congreso Nacional de un proyecto de ley que busca garantizar el pago por el empleador de salarios iguales para hombres y féminas que ejercen la misma función.
«Cuando aceptamos que las mujeres ganen menos que los hombres en la misma función, perpetuamos una violencia histórica contra las mujeres», afirmó Lula.
La ministra de las Mujeres, Cida Gonçalves, señaló que el Gobierno decidió marcar el 8 de marzo con políticas públicas para enfrentar la violencia contra la mujer y promover la igualdad de género, autonomía económica y salud integral de las féminas.
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