De acuerdo con Mao Ning, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, las autoridades de Beijing plantearon a Ámsterdam el rechazo a esa acción y deploraron que responda al afán de Estados Unidos por proteger su hegemonía.
La funcionaria denunció el abuso del concepto de seguridad nacional por parte de Washington como pretexto para contener a China y privarla de su derecho al desarrollo.
Igualmente, criticó que Países Bajos se valga de medios administrativos para interferir y limitar los intercambios normales económico-comerciales entre las empresas chinas y neerlandesas.
Mao se pronunció de esa manera luego que el Gobierno de ese país europeo ayer informó sobre la prohibición a la firma ASML para exportar al gigante asiático equipos ultravioletas de avanzada, usados en la fabricación de chips o semiconductores.
Japón tiene en discusión una medida similar sobre los envíos de la empresa Nikon Corporation a China.
Ambas naciones siguen así los pasos de Estados Unidos, que en octubre pasado prohibió vender al país asiático maquinaria y chips para supercomputadoras e inteligencia artificial, además de ajustar una norma que extiende la cobertura extraterritorial de los controles de exportación a ciertos artículos producidos en el extranjero.
Según argumentó, ambas decisiones minimizarán la capacidad de China de obtener tecnología de punta para desarrollar supercomputadoras y fabricar semiconductores avanzados para aplicaciones militares.
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