En una carta enviada a Netanyahu, y cuyos extractos divulgó el portal noticioso Arutz Sheva, cinco excomisionados y 33 exsuperintendentes advirtieron que Ben Gvir “actúa en contra de las facultades que le otorga la ley”.
El ministro interfiere en el proceso de toma de decisiones de los eventos operativos y utiliza al cuerpo para sus fines políticos, denunciaron los firmantes, entre ellos los excomisionados Roni Alsheikh, Shlomo Aharonishki, Asaf Hefetz, Rafi Peled y Moshe Karadi. Recientemente nos informaron que el funcionario ordenó a los agentes continuar con la demolición de edificios palestinos en Jerusalén durante el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, advirtieron.
Al respecto, subrayaron que cualquiera que haya dirigido a la policía durante ese periodo como comandante del distrito de Jerusalén o como comisionado sabe que demoler en Ramadán las estructuras palestinas “es arrojar una cerilla encendida al fuego”.
Es un barril de pólvora, que en el mejor de los casos puede traernos la tercera Intifada y en el peor encender un fuego innecesario con el mundo musulmán, afirmaron.
Según divulgó este lunes Reshet Bet, la Corporación de Radiodifusión Pública de Israel en lengua árabe, Ben Gvir instó a la policía a continuar las demoliciones de estructuras palestinas durante el Ramadán.
Históricamente las autoridades israelíes se abstuvieron de medidas antipalestinas durante ese mes para evitar un conflicto de grandes magnitudes en la franja de Gaza y Cisjordania.
Conocido por su retórica contra los palestinos y árabes, Ben Gvir es un firme partidario de la anexión de la Ribera Occidental.
Antes de convertirse en parlamentario, mantuvo durante años en la sala de su casa una foto de Baruch Goldstein, quien asesinó a 29 palestinos en la Cueva de los Patriarcas en 1994.
El ministro fue acusado en el pasado más de 50 veces y condenado ocho por disturbios, vandalismo e incitación al racismo.
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