En el acto celebrado en el llamado «Patio de la Vida» del Palacio Nacional de la Cultura, el presidente Alejandro Giammattei consideró este como un gran día, pues «mientras el mundo se doblega, el país se sostiene en lo más importante que es la fe», afirmó.
A su juicio, la política pública en acción desde el pasado año celebra que eventos como este se realicen en todos los departamentos y anunció la construcción de ocho réplicas del monumento inaugurado durante el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, ocasión en que se declaró a Guatemala como capital Provida de Iberoamérica.
Para Giammattei, ninguna acción de su Gobierno tendría sentido si no tuviera como piedra angular los valores tradicionales de defensa de la vida desde su concepción, enfatizó.
La celebración de este jueves trajo a la memoria el rechazo generalizado que provocó la aprobación exprés en el Congreso de una controvertida «Ley para la protección de la Vida y la Familia», justo el Día Internacional de la Mujer y con un contenido que la criminalizaba.
Varios de sus artículos prohibían el aborto con penas de cárcel de cinco a 10 años, reconocían un solo tipo de familia, incitaban al odio, eliminaban la educación integral en sexualidad y eran un insulto y afrenta a aquellas que no tienen acceso a la salud, como recordaron bancadas opositoras durante su polémica discusión en el Legislativo.
Las protestas de organizaciones de mujeres y de derechos humanos comenzaron ese mismo día, al punto que el propio Giammattei, defensor del lema Guatemala Pro Vida, se vio obligado a pedir públicamente al Congreso que archivara la ley porque la vetaría.
Y así lo hizo el Legislativo, el 15 de marzo de 2022, tras largas discusiones y críticas de numerosos sectores sociales tanto dentro como fuera del país.
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