Según Aziz, la misión legislativa averiguará si los tres millones de euros en joyas, transportados por el exministro de Minas y Energía Bento Albuquerque, eran regalos o sobornos del gobierno de Arabia Saudita para el derrotado mandatario Jair Bolsonaro y su esposa.
«Nunca he visto a nadie dar 16 millones de reales (tres millones de euros) de regalo a una primera dama», en alusión a Michelle Bolsonaro, señaló el congresista.
Dejó entrever que mirará con lupa todos los negocios cerrados por el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022) con el mundo árabe, especialmente con fondos de pensión vinculados a la administración saudita, pues no está convencido de que las prendas fueran un regalo.
Además del altísimo valor, la forma en que las alhajas fueron transportadas también llama la atención.
Esos aderezos de lujo estaban en la mochila del militar Marcos André Soeiro, asesor del otrora ministro de Minas y Energía, quien estuvo en Oriente Medio en comitiva oficial en 2019.
Albuquerque representó a Bolsonaro en la cumbre titulada Iniciativa Verde de Oriente Medio.
Las piezas fueron descubiertas por la aduana cuando Soeiro intentó ingresar al país sin declararlas, incumpliendo la legislación.
El collar, los pendientes, el anillo y el reloj de la famosa y cara marca Chopard, después de pasar más de un año en poder de la aduana, serían ofrecidos en subasta tras su decomiso por evasión de impuestos.
Tal decisión, sin embargo, fue suspendida porque las joyas pasaron a ser enmarcadas como prueba de posibles crímenes, entre ellos desvío, peculado y lavado de dinero.
La propia Receita Federal (responsable de administrar tributos federales y control aduanero) considera «no usual» el ingreso del supuesto regalo, en un paquete trasladado por un miembro de la comitiva del titular.
El ministro del Tribunal de Cuentas de la Unión Augusto Nardes determinó escuchar los testimonios de Bolsonaro y Albuquerque en la decisión que prohibió al exgobernante vender o usar las joyas presentadas por Arabia Saudita.
Al respecto, el exmilitar responderá a las preguntas de Nardes por escrito y tiene 15 días de plazo para hacerlo.
Inquieta a autoridades fiscales que, después que los artículos fueron decomisados en una terminal aérea de Sao Paulo, el Gobierno de Bolsonaro intentó, por diversos medios, recuperar las joyas, sin éxito, al menos ocho veces.
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