Durante un recorrido por el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del líder bolivariano, el canciller manifestó que hablar de la diplomacia venezolana es hablar de Chávez.
Expresó que desde 1830 y hasta 1999, el país tuvo una historia muy triste en la política exterior, una política, opinó, claramente dominada y totalmente entregada al dominio imperial.
La soberanía de la diplomacia y la diplomacia bolivariana de paz él las rescató en función de la construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar, basado en la solidaridad, la complementariedad de las naciones y la defensa de los valores que “nos definen como venezolanos y como latinoamericanos”, precisó.
El jefe de la diplomacia bolivariana subrayó que el llamado aquí Comandante Eterno colocó a Venezuela y a Latinoamérica en el escenario internacional, al levantar las banderas de Simón Bolívar y de la unidad.
Significó que uno de los principales frutos de la política internacional de Chávez fue la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que sintetiza la unión latinoamericana.
Esa semilla del comandante Chávez, afirmó el canciller, la vemos hoy florecer a pesar de los ataques y el empeño del imperio norteamericano de frenar ese avance.
“En todo el territorio americano florece esa semilla de la unión”, dijo el funcionario.
El titular de Relaciones Exteriores destacó que después del 4 de febrero de 1992, Chávez irrumpió, no sólo en el escenario político nacional e internacional, sino que se sembró en nuestros corazones, en el corazón del pueblo venezolano y latinoamericano.
Gil resaltó las muestras de cariño expresadas por el pueblo en todos estos días a 10 años de la partida a la inmortalidad del comandante, indicó la Cancillería.
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