El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Poliducto Shushufindi Quito habían colapsado el pasado 22 de febrero debido a las fuertes lluvias y la erosión en las márgenes del río Marker que provocó el derrumbe de un puente entre las provincias de Napo y Sucumbíos.
El apagón temporal de pozos trajo como consecuencia que el país sudamericano dejara de percibir ingresos por 105 millones de dólares, de acuerdo con datos de la ARC.
SOTE tiene una capacidad de transporte de 360 mil barriles diarios de petróleo, mientras que Shushufindi transporta 151 mil.
La ARC explicó que, tras intensas tareas de reparación, las operaciones de ambos oleoductos reiniciaron entre el 1 y el 3 de marzo, pero solo fue hasta el 8 de marzo cuando Ecuador pudo volver a tener una producción de 480 mil barriles diarios, nivel registrado antes de la emergencia.
La nación andina cuenta con 2 mil 308 pozos en producción, en los campos petroleros estatales y privados. De ellos -reveló la ARC- mil 726 son operados por la empresa estatal Petroecuador.
Hasta el momento mil 643 pozos ya fueron encendidos, mientras que otros 25 no han podido ser reactivados, pues necesitarán trabajos de reacondicionamiento, dijo la ARC.
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