En el siniestro, cuando el ómnibus que conducía a 66 viajeros se despeñó frente a una estación de recepción en la localidad de Gualaca, perdieron la vida 40 caminantes y los dos conductores locales, además de que recibieron lesiones el resto de los pasajeros, entre ellos una veintena de menores de edad.
La entrega de los restos, desde el pasado viernes, se comenzó con occisos de Panamá, Ecuador y Colombia, según la nota de la Fiscalía, mientras revelaron que hasta la fecha solo lograron identificar a 31 personas, entre fallecidos y heridos.
La caída en una leve hondonada, caso que aún se investiga, dejó al ómnibus totalmente destruido y decenas de víctimas irreconocibles, por lo que se recurrió a estudios genéticos para su identificación, con la ayuda de las respectivas embajadas.
Ecuador, Colombia y Cuba han informado que entre los fallecidos hay nacionales de esos países.
De acuerdo con la información oficial, del total de 66 migrantes que viajaban desde Darién a Chiriquí con rumbo a Estados Unidos, 42 corresponden al sexo masculino, 24 al femenino y 20 menores de edad.
El comunicado detalló entonces que entre los irregulares 22 eran ecuatorianos, 16 haitianos y 11 venezolanos, las tres nacionalidades con mayor presencia.
También identificaron a ciudadanos de Brasil (seis), Colombia (cinco), Camerún (dos), Cuba (dos), Eritrea (uno) y Nigeria (uno).
Este accidente tuvo lugar en medio de un auge en el flujo migratorio por la selva de Darién, limítrofe con Colombia, hacia el norteño país.
En todo 2022 utilizaron esa ruta 248 mil 284 viajeros y en lo que va de este año la cifra es de poco más de 58 mil, lo que hace predecir que el 2023 podría cerrar con más de 400 mil migrantes en su tránsito por el istmo hacia Norteamérica.
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