Un sondeo del Instituto de Democracia de Israel destacó que la cifra de quienes consideran regular el panorama nacional se redujo de 42 a 27 por ciento, en tanto aquellos que lo ven bien o excelente se mantuvo estable en torno al 25 por ciento.
Las políticas de la coalición ultraderechista en el poder, encabezada por Benjamin Netanyahu, provocaron una polarización sin precedente en la sociedad israelí.
En el centro del huracán está la reforma judicial, que provocó fuertes enfrentamientos verbales y en las calles del país.
Empresarios, estudiantes, políticos, trabajadores de diversos sectores y hasta militares en activo criticaron la normativa, defendida por la derecha y sectores conservadores.
Ante las continuas y multitudinarias marchas de protesta contra la iniciativa, los llamados a la resistencia de políticos de alto perfil y las advertencias de empresarios y uniformados, medios de prensa nacionales hablan ya de amenaza de guerra civil.
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