Durante una visita al Palacio de Bkerke, el jefe del gobierno abordó con el cardenal los acontecimientos actuales e informó sobre su próxima visita al Vaticano para dialogar con el Papa Francisco.
En el encuentro, ambas partes subrayaron que la designación del jefe de Estado permitirá normalizar el trabajo público e institucional en el país; así como entrar en una solución a los problemas económicos y sociales.
De acuerdo con la cuenta de Twitter del gobierno, Mikati explicó la convocatoria a las sesiones del Consejo de Ministros debido a la necesidad de dar seguimiento a la gestión de la utilidad pública.
El titular gubernamental comentó que ante la prolongación de la vacancia presidencial resulta necesario ampliar el ámbito de competencias para analizar los asuntos de Estado y las dificultades de los ciudadanos.
A propósito, llamó a quienes cuestionan la legalidad y el derecho de las sesiones ministeriales a cumplir con su responsabilidad y elegir al jefe de Estado, en el camino de la salvación.
En la ocasión, las partes rechazaron el discurso sectario, una evidencia de la bancarrota política; y añadieron que el pluralismo es una fuente de riqueza para Líbano y su pueblo.
A la luz del colapso económico y financiero, Líbano intenta designar al presidente de la República para los siguientes seis años, luego de la conclusión del mandato de Michel Aoun, el pasado 31 de octubre.
Ningún candidato de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría parlamentaria y el fracaso de 11 sesiones refleja la negativa al diálogo y la ausencia de consenso político.
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