“No es un año para ser salvado sino una generación que ha perdido al menos un año escolar en cuatro años, es decir, 190 días, más trauma”, señaló el titular que asumió a finales de 2021 con el lema: La escuela no puede esperar.
Manigat precisó que en 2019 el 70 por ciento de los alumnos no recibieron 60 días de clases como consecuencia del periodo de Peyi lok (país bloqueado), impulsado por la oposición del entonces presidente Jovenel Moïse, que paralizó la capital con violentas manifestaciones.
Luego en 2020 la pandemia de la Covid-19 provocó que el 70 por ciento del estudiantado perdiera al menos 70 días de clases, y el pasado año de octubre a diciembre el 90 por ciento de los escolares se ausentaron 60 días como consecuencia de las protestas y la crisis de combustible.
Haití lleva años sumido en una profunda crisis política, económica, social y de seguridad que empeoró con el asesinato de Moïse a mediados de 2021 y que afecta todos los sectores, en particular la educación.
La semana pasada al menos seis escuelas públicas cerraron tras los secuestros de alumnos, padres y profesores en medio de una oleada de violencia que sacude especialmente Puerto Príncipe.
Centros como Collège Roger Anglade, Sainte Rose de Lima, la escuela de las Hermanas del Sagrado Corazón, la institución de St Jean l’Evangéliste, el Collège Canado Haïtien, la Ecole Le Normalien, y el Collège Immaculée de Marie, anunciaron la suspensión de las clases presenciales.
Algunas de estas confirmaron que pasarán al formato en línea, mientras otras no precisaron estrategias para continuar el año lectivo que parece difícil mientras las bandas cercan esta capital y el Gobierno ya amenazó con arrestar a quienes extorsionan las escuelas y otras instituciones.
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