Según el portal UOL, un procedimiento se abrió en la CEP la semana pasada y cartas con solicitudes de aclaraciones serán enviadas en los próximos días.
La finalidad de la CEP es similar a la investigación de la Policía Federal que desea determinar responsabilidades de todos los involucrados en el episodio del 26 de octubre 2021.
En esa fecha una comitiva del gobierno de Bolsonaro trató de entrar de manera ilegal en Brasil un paquete de alhajas (un reloj, un collar, un anillo y un par de pendientes de diamante) valoradas en 16,5 millones de reales (un poco más de tres millones de euros) que sería un regalo del gobierno de Arabia Saudita a la exprimera dama Michelle Bolsonaro.
Tal caso fue revelado por los reporteros Adriana Fernandes y André Borges, del periódico O Estado de Sao Paulo.
Ahora, la CEP espera la documentación del Impuesto de Sociedades de Personas Físicas en el caso para investigar la responsabilidad del exministro de Energía y Minas Bento Albuquerque, quien tenía el estuche de joyería, en 2021, como exasesores de Bolsonaro.
Entre ellos, deben figurar el teniente coronel Mauro Barbosa Cid y el sargento primero Jairo Moreira da Silva, quienes recibieron órdenes del exgobernante, a finales de 2022, para rescatar las prendas en la Receita Federal (responsable de administrar tributos federales y control aduanero).
También, Julio Cesar Vieira Gomes, exoficial de la Marina y entonces secretario que encabezaba la Receita Federal, y también presionó para liberar los aderezos de lujo.
UOL asegura que el único que la CEP no puede cobrar, debido al límite legal de la comisión, es a Bolsonaro. Sin embargo, los hallazgos de la comisión pueden ser enviados al Ministerio Público Federal para medidas.
La CEP es una instancia consultiva del presidente de la República y ministros de Estado en materia de ética pública y responsable de administrar la aplicación del Código de Conducta de la Alta Administración Federal.
El fardo de prendas de la famosa y cara marca Chopard, después de pasar más de un año en poder de la aduana, sería ofrecido en subasta tras su decomiso por evasión de impuestos.
Tal decisión, sin embargo, fue suspendida porque las joyas pasaron a ser enmarcadas como prueba de posibles crímenes, entre ellos desvío, peculado y lavado de dinero.
Llama la atención a autoridades fiscales que, después que los artículos fueron decomisados en una terminal aérea de Sao Paulo, el Gobierno de Bolsonaro intentó, por diversos medios, recuperar las joyas, sin éxito, al menos ocho veces.
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