Desde principios de año, empleados y maestros en Líbano reclaman mejores salarios, subsidio de transporte y prestaciones sociales, en medio de la devaluación sin precedente de la moneda nacional, la alta demanda del dólar y la disminución del poder adquisitivo.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la comunidad internacional apoya al Ministerio de Educación para garantizar a los maestros y a los centros de enseñanza lo necesario para retomar el aprendizaje.
A través de una nota de prensa, Unicef precisó el desembolso la semana pasada de 13,7 millones de dólares en mil 74 escuelas públicas, incluidas 342 del turno de la tarde, para contribuciones vitales a los Fondos Escolares y del Consejo de Padres.
Con esta ayuda, el ente puntualizó que inició el primer pago de la prima de productividad para 13 mil 160 docentes y administrativos, así como la emisión de los salarios de los maestros contratados.
En este sentido, la institución enfatizó en la necesidad de incrementar la inversión dirigida a los niños más vulnerables para acceder a una educación inclusiva y de calidad, tras cuatro años de estancamiento.
Unicef llamó a una financiación plurianual predecible por parte del Gobierno de Líbano con el objetivo de retener y lograr que más estudiantes asistan a las escuelas, principalmente los 700 mil ausentes hoy de las aulas.
Indicó que la educación en la nación requiere de reformas y políticas nacionales de mayor equidad, eficiencia y eficacia que permita a todos los niños y al país dar un salto hacia un futuro mejor.
El Fondo convocó a todos los sectores de la sociedad a alinearse en un propósito compartido para priorizar la educación y no permitirse el cierre de escuelas.
En este contexto, la Asociación de Enseñanza Media realizó un plantón frente al Ministerio de Educación, coincidiendo con varias protestas en las regiones, tras la orden de varias asociaciones de retomar la enseñanza.
Los participantes en las movilizaciones en la capital, Saida y Nabatieh exigieron rectificar sus salarios y hacer cumplir los derechos laborales a la luz del colapso económico.
Según la Agencia Nacional de Noticias, algunos padres expresaron su apoyo a las decisiones de los docentes, en especial a los contractuales que regresaron a las escuelas preocupados por el interés de los niños de culminar el año académico.
El curso lectivo debe completarse el 10 de junio y su continuidad sucede en localidades libanesas donde los municipios y la sociedad civil asisten a las escuelas y aseguran el transporte de los profesores.
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