Al inaugurar un foro entre organizaciones políticas del orbe, el mandatario del país y líder del Partido Comunista (PCCh), Xi Jinping, abogó porque cualquier programa de progreso contemple la construcción de un planeta mejor para las futuras generaciones.
Pidió respeto al derecho de cada nación a explorar su propio camino hacia la modernización, sin abandonar la cooperación y la solidaridad global para garantizar un acceso equitativo a las oportunidades de crecimiento.
En ese sentido, se refirió a la meta de China de convertirse en un Estado socialista moderno hacia mediados de siglo y el compromiso del PCCh de fortalecer los intercambios con otros partidos para establecer un nuevo modelo de relaciones internacionales.
Xi comentó que a la par de ese proceso, el gigante asiático abrirá más las puertas de su mercado, ofrecerá mejores productos de factura nacional, contribuirá con soluciones propias a reducir la brecha Norte-Sur y buscará acelerar la construcción de su iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
Negó pretensiones colonizadoras, expansionistas o hegemónicas por parte de Beijing, reivindicó a las negociaciones frente a las disputas y rechazó las actitudes de guerra fría o de confrontación bajo la bandera de la democracia.
Entre otras cuestiones, propuso defender valores comunes como la paz, la justicia y la tolerancia entre las distintas civilizaciones.
De esa manera Xi dejó abierta una cumbre entre el PCCh y otras organizaciones políticas de distintas naciones del mundo, para analizar el rol de ellas en los planes de modernización.
China organizó por primera vez una cumbre similar en 2017 y a la de 2021 asistieron más de mil delegados de 500 partidos procedentes de 160 territorios.
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