También la corte, que supervisa las arcas públicas, exigió a Bolsonaro devolver dos armas, un fusil y una pistola, que recibió de las autoridades de Emiratos Árabes Unidos, en 2019.
Según Bruno Dantas, titular del TCU, el laudo «establece un plazo de cinco días para que Jair Bolsonaro devuelva a la secretaría general de la presidencia todo el acervo en discusión relativo al paquete de joyas recibido de Arabia Saudita».
Dantas insistió en que la ley establece que los funcionarios públicos solo pueden quedarse con presentes que sean muy personales y de mínimo importe financiero.
«Si alguno de los dos criterios no se cumple, (las dádivas) deben ir inexorablemente a la colección presidencial», remarcó.
En las últimas semanas, la denuncia sobre el escandaloso caso de joyas, valoradas en más tres millones de euros, dadas por el gobierno saudita a la entonces primera dama Michelle Bolsonaro pasó a preocupar el entorno del excapitán del Ejército.
Tales alhajas estaban en la mochila del militar Marcos André Soeiro, asesor del entonces ministro de Minas y Energía Bento Albuquerque, quien estuvo en Oriente Medio en comitiva oficial de un viaje iniciado días antes. Albuquerque representó a Bolsonaro en la cumbre titulada Iniciativa Verde de Oriente Medio.
Las piezas fueron descubiertas por la aduana cuando Soeiro intentó ingresar al país sin declararlas, incumpliendo la legislación.
El collar, los pendientes, el anillo y el reloj de la famosa marca Chopard, después de pasar más de un año en poder de la aduana, serían ofrecidos en subasta tras su decomiso por evasión de impuestos.
Tal decisión, sin embargo, fue suspendida porque los atavíos pasaron a ser enmarcados como prueba de posibles crímenes, entre ellos desvío, peculado y lavado de dinero.
Se supo además que Bolsonaro se quedó con un segundo fardo de aderezos de lujo, que entró a territorio nacional sin ser detectado después del mismo viaje.
Llama la atención a autoridades fiscales que, después que los artículos del primer paquete fueron decomisados en una terminal aérea de Sao Paulo, el entonces Gobierno de Bolsonaro intentó, por diversos medios, recuperar las prendas, sin éxito, al menos ocho veces.
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