La obra, de la realizadora Lisa Cortés, se estrenará en abril y explora los orígenes negros y queer (identidad de género y sexual diferente a la heterosexual) del rock and roll, y el canon blanqueado de la música pop estadounidense, publicó el portal Variety.
Aparecen allí testimonios de músicos legendarios, académicos negros y queer, la familia y los amigos de Penniman y entrevistas con el propio artista, cuyo nombre real era Richard Penniman, reseñaron medios culturales.
El documental revela cómo el cantante creó una forma de arte única y transgresora para expresarse, aunque lo que dio al mundo nunca fue capaz de dárselo a sí mismo.
También aborda las contradicciones y tormentos que vivió Little Richard con su propia identidad sexual y en relación con la fe que profesó y el cristianismo.
En la escena poseía un estilo extravagante al tocar el piano, aullando y gritando sus canciones, y sirvió de inspiración a innumerables artistas desde Elvis Presley hasta The Beatles.
Sus mayores éxitos se dieron en los años 50, pero continuó cantando durante décadas.
Entre sus éxitos destacan Good Golly Miss Molly y Tutti Frutti -que vendió más de un millón de ejemplares- y Long Tall Sally, que luego fue grabada por The Beatles.
La personalidad escénica de Little Richard hizo que rápidamente se convirtiera en ícono con su majestuoso peinado nido de avestruz, la quejumbrosa voz de falsete, los gestos extravagantemente amanerados, el maquillaje tipo tarta y movimientos cargados de sensualidad.
En una época en la que su país vivía bajo el yugo no solo de la fuerte segregación racial sino también del pánico homófobo, sus conciertos se convirtieron en puntos de extraordinaria mezcolanza entre personas de todos los colores y preferencias sexuales.
Los abusos ejercidos sobre él por la industria discográfica fueron solo uno de los motivos por los que en 1959 decidió alejarse temporalmente de la música para casarse y convertirse en predicador.
La otra razón que lo empujaría a abandonar el negocio para posteriormente reincorporarse a él sucesivas veces hasta su muerte en 2020, fue su conflictiva relación con su sexualidad.
Little Richard fue uno de los primeros cantautores del género en integrar en 1986 el Salón de la Fama de Rock and Roll.
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