El Banco Nacional saudita, que tiene 9,8 por ciento del banco en problemas, se convirtió en el primer accionista del Credit Suisse durante un aumento de capital en noviembre presentado para financiar una fuerte reestructuración de la entidad.
Interrogado por Bloomberg TV sobre si el banco saudita podría invertir más dinero, su presidentel, Amar Al Judairy, descartó claramente esa opción.
Todo ello está relacionado de alguna manera con el colapso del Silicon Valley Bank (SVB), que tiene en vilo a los sistemas financieros y augura problemas extendidos no solo dentro de los Estados Unidos, sino a nivel global.
El título del segundo mayor banco suizo perdió 19,7 por ciento a 1,7985 francos, tras tocar un mínimo histórico de 1,7070 CHF durante la sesión (un franco suizo equivale a 1,08 dólares) y su presidente, Axel Lehmann, afirmó que el establecimiento no necesita ayuda gubernamental.
Si las medidas de las autoridades estadounidenses y las garantías de los gobiernos europeos sobre la solidez del sistema bancario tras la quiebra del SVB lograron estabilizar un poco los mercados, la situación continúa siendo de fragilidad.
Credit Suisse, sacudido por repetidos escándalos, encajó una pérdida neta de casi siete mil 300 millones de francos suizos (unos siete mil 917 millones de dólares) en 2022.
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