Aunque el primer caso fue detectado el 29 de febrero de 2020, fue el 16 de marzo de ese mismo año cuando el expresidente Lenín Moreno declaró el Estado de Excepción y la emergencia sanitaria en todo el territorio ecuatoriano, con el propósito de contener la transmisión del coronavirus.
Ecuador fue el séptimo país latinoamericano con más fallecidos por Covid-19, 10 mil 241 hasta la actualidad, la mayoría en el puerto de Guayaquil, uno de los primeros focos del coronavirus en la región y donde los sistemas sanitarios y funerarios colapsaron durante lo peor etapa de la pandemia, dejando muertos en las calles.
La presencia de esa enfermedad en la nación andina, según analistas, mostró la incapacidad de los sistemas sanitarios para enfrentar un virus de este tipo y sacó a la luz una serie de actos de corrupción en hospitales públicos, escasez de medicamentos y sobreprecios en compras de insumos médicos.
El actual presidente, Guillermo Lasso, asumió el mandato en plena crisis sanitaria, con apenas un tres por ciento de la población vacunada.
Los ecuatorianos aseguran hoy que la vacunación masiva ha sido la única promesa de campaña cumplida por el exbanquero de 67 años, quien se encuentra a las puertas de un juicio político por escándalos de corrupción y supuestos vínculos con la mafia albanesa.
Más del 80 por ciento de la población aquí ya está vacunada contra el virus Sars-CoV-2 y con al menos dos dosis de refuerzo.
Sin embargo, aunque la vacunación ha tenido un impacto positivo en la reducción de los contagios en todo el territorio nacional, el Ministerio de Salud Pública reveló que existen otros padecimientos que complican la situación epidemiológica en el país sudamericano.
A mediados de junio de 2021 comenzó a difundirse la noticia de una rara infección provocada por un hongo que ennegrece los tejidos. Se trata de la mucormicosis, conocida como hongo negro, que cuenta con una alta incidencia entre pacientes de Covid-19 y recuperados, según advirtieron los especialistas.
Esta es causada por un hongo o moho en el medio ambiente y que puede adquirirse a través de la mucosa respiratoria o por cualquier órgano externo del cuerpo.
Asimismo, el 10 de enero de este año, medios locales confirmaron el primer contagio de influenza aviar en humanos.
De igual forma, hasta el 10 de febrero de 2023, más de 400 casos de viruela del mono se han reportado en Ecuador, según datos del organismo sanitario y el mayor número de contagios fue confirmado en las provincias de Pichincha, Guayas y Azuay.
Recientemente, el Ministerio de Salud reveló también la presencia en suelo ecuatoriano de la leptospirosis debido a las malas condiciones higiénicas y a las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias de las últimas semanas.
Pero el peor mal que enfrentan los ciudadanos hoy aquí es la inseguridad y la violencia según advierten varios analistas.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos de Ecuador presentó un informe de 160 páginas donde aseguran que la inoperancia del Estado impone un contexto de violencia también en las comunidades empobrecidas y segregadas de las ciudades.
El texto denunció además que el Estado sufre una crisis de gobernabilidad debido a que el crimen organizado se ha infiltrado en el poder político, justo cuando el gobierno enfrenta denuncias por supuestos vínculos con el narcotráfico, en particular con la mafia albanesa.
Ese panorama enciende los temores de la ciudadanía, que exige al Gobierno del presidente Lasso políticas públicas integrales para enfrentar la situación.
Encuestas recientes indican que la inseguridad es actualmente la principal preocupación de los ecuatorianos, por encima del desempleo y la salud.
Mientras tanto, diversas organizaciones sociales, políticas, de indígenas y sindicales buscan soluciones a la crisis que vive el Ecuador y exigen la salida de Lasso del cargo de presidente.
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