La medida asumida por el Instituto de Bienestar Animal y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca contemplaba la muerte de diversas especies de aves y lagartos.
“Se hizo una evaluación por todo lo que tiene que ver con el riesgo sanitario. Cuando el ingreso es ilegal, por la parte sanitaria, está amparado el sacrificio para proteger la salud del país», justificó el director de Servicios Ganaderos del MGAP, Diego de Freitas.
Añadió que Uruguay enfrenta una emergencia sanitaria por la gripe aviar, otro pretexto para justificar el sacrificio de los animales incautados, algunos de los cuales murieron por las malas condiciones de cautiverio.
La decisión provocó el repudio de la Plataforma Animalista, que reúne a organizaciones de todo el país.
A su vez la ONG Conservación de especies nativas del Uruguay (Coendu) emitió un comunicado ante la situación y calificó de «excusa» el argumento de la cartera de practicar la eutanasia a los animales por razones sanitarias.
Según la organización, «los animales fueron hisopados y revisados, estando libres de gripe aviar, clamidia y otras enfermedades infecciosas».
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, intervino y no se sacrificarán las aves ni los lagartos incautados por tráfico ilegal, informó al diario El Observador el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla.
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