Freddy, el ciclón asesino, se intensificó rápido siete veces durante su existencia, afirmó la especialistas Roxy Mathew Koll del Instituto de Meteorología Tropical de la India.
El meteoro nació a fines de febrero a la altura de las costas de Australia, realizó un trayecto de unos asombrosos ocho mil kilómetros durante sus más de 35 días de vida durante los cuales azotó dos veces a Madagascar, Mozambique y Malawi, este último un país del sur africano donde están certificadas 326 muertes.
La cifra es provisoria ya que en varias zonas del país, en especial en la ciudad de Blantire (sur), la más sufrida por el segundo golpe, siguen las tareas de rescate de cadáveres enterrados bajo toneladas de barro de los aludes causados por las lluvias que destruyeron casas, cultivos y carreteras.
El presidente Malawi, Lazarus Chakwera, quien pronunció la oración fúnebre de parte de las víctimas del huracán tras decretar 14 días de luto nacional, reveló que además los efectos del fenómeno climático causaron el desplazamiento de más de 183 mil personas para los cuales fueron abiertos 300 albergues de emergencia.
Las autoridades malawis admitieron que carecen de los recursos necesarios para atender a las víctimas de la catástrofe y exhortaron a la comunidad internacional a brindar apoyo humanitario imprescindible para atender a los heridos.
En medio de este caos rescatistas y voluntarios hurgan entre el lodo y los escombros para evitar que la descomposición de los cuerpos sepultados contaminen el suelo y las aguas y provoquen epidemias de enfermedades contagiosas.
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