Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, se limitó a decir a los periodistas, durante su rueda de prensa diaria, que la “CPI es una institución independiente del secretariado (de la ONU)» y por lo tanto «no comentamos sus decisiones».
El funcionario tampoco expresó criterios cuando los reporteros se interesaron por las posibles consecuencias de esa decisión y si el máximo representante del organismo multilateral aceptaría reunirse con Putin en este contexto.
De acuerdo con Dujarric, el secretario general hablaría «con quien tenga que hacerlo» para avanzar en los temas que tiene sobre el tablero.
Por su parte, al referirse a la orden de la CPI, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, advirtió este viernes que resulta “indignante e inaceptable la formulación misma de la cuestión” y dijo que Rusia, “así como otra serie de estados, no reconocen la jurisdicción de ese tribunal” y, en consecuencia, cualquier decisión de este tipo no tiene validez.
Similar opinión planteó la portavoz de la Cancillería del país eslavo, Maria Zajárova, quien en su canal de Telegram recordó que Rusia no es parte del Estatuto de Roma de la CPI y tampoco tiene obligaciones en virtud del mismo.
“Rusia no coopera con este organismo y las posibles prescripciones de detención que emanen de la CPI serían legalmente nulas para nosotros», recalcó.
La Corte emitió órdenes de detención contra Putin y la comisionada del jefe de Estado ruso para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, citando su responsabilidad en presuntos crímenes de guerra por la supuesta deportación de menores de edad ucranianos de manera ilegal al territorio de la nación euroasiática.
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